Las relaciones insumo-producto son desfavorables en la ganadería

En abril de 2022, la ganadería presenta los precios para la hacienda más altos de los últimos 10 años. Sin embargo, las empresas no viven de los precios, sino que de los resultados económicos. En este punto aparecen en escena los costos, con cotizaciones en alza durante los últimos meses. Así, los precios relativos de la ganadería se ven afectados por cuestiones propias de la actividad, así como también por otros factores externos, a saber:

-Hacienda. La relación ternero/novillito en el feedlot hoy se ubica un 17% por encima del promedio de los últimos cuatro marzos Es decir, la empresa necesita más kilos de novillito en venta para reponer un kilo de ternero. Aquí la macroeconomía argentina juega un rol importante: escenarios repetidos en el tiempo de inflación y devaluación convirtieron al ternero en un refugio de valor, con cotizaciones superiores a las realidades que presentan los negocios ganaderos intensivos.

-Fertilizantes. La suba del precio de los fertilizantes también complica a la ganadería. En marzo de 2022 se debieron vender 490 kilos de novillo para comprar una tonelada de urea, frente a 300 kilos que se requerían como promedio durante el periodo 2017/21. Algo similar pasa con el fosfato diamónico. Durante el mes pasado se debieron vender 490 kilos de novillo para comprar una tonelada de este fertilizante versus los 380 kilos de promedio del último lustro.

La urea y el fosfato ya venían subiendo por complicaciones con su producción mundial y recientemente se sumó el conflicto Rusia-Ucrania. Hay que recordar que Rusia es responsable del 20% de la producción mundial de fertilizantes.

-Maíz. La relación kilo de novillo/kilo de maíz también es desfavorable. En marzo de 2022 se requerían 119 kilos de novillo para comprar una tonelada de maíz versus los 103 históricos. Si bien el precio del novillo se defendió hasta febrero muy bien, con subas que le permitieron conservar su poder de compra, en marzo un nuevo salto del cereal disparó la relación. El factor climático jugó su partido en Sudamérica, pero también la figura amenazada de Ucrania como exportador mundial de maíz (16% a nivel mundial) disparó las cotizaciones en Chicago.

-Otros insumos, como el alambre 17/15 San Martin, se encarecieron cuando se considera como moneda de cambio el precio del novillo. En seis meses el precio en pesos corrientes se incrementó un 165%. En septiembre eran necesarios 61 kilos de novillo para acceder a 1000 metros de alambre, y en marzo se necesitaron 105 kg.

Ganadería pastoril

A partir de estas relaciones entre ingresos y gastos poco favorables para el invernador intensivo, sobre todo cuando se mide el precio de su producto contra el maíz y el ternero, muchos productores se están inclinando por esquemas pastoriles, más extensivos que en campañas anteriores. Sin embargo, la baja de disponibilidad de campos en la zona central del país y el valor de los alquileres limita el avance de las recrías.

Será un año favorable para los planteos más extensivos, donde las tecnologías de manejo se hacen más importantes y las tecnologías de insumos ceden algo de poder. El correcto manejo del pasto será muy importante, sobre todo en las zonas donde el verano con evento La Niña golpeó fuerte. Será, también, el año de la genética: con insumos caros, los animales que logren mejor eficiencia productiva marcarán la diferencia.

Corrales

Los novillitos livianos para consumo provenientes de feedlot siguen generando números en rojo con los actuales valores del maíz y del ternero. Quienes vendieron en febrero-marzo los animales comprados en noviembre-diciembre tuvieron un resultado positivo por la inflación, pero iniciar un nuevo ciclo de encierre implica aceptar de antemano una pérdida de 11.000 pesos por cabeza. Para que esta perspectiva se modifique, haría falta, como mínimo, un precio final de venta del novillo 20% por encima de los valores actuales, que ya mostraron una suba de 52% en menos de seis meses.

Los corrales de terminación de hacienda para exportación se defienden un poco mejor de la mala ecuación económica, por mejor relación de compraventa. En este caso, el novillo terminado vale más por kilogramo de venta que el ternero recriado (el insumo) y se carga en menos tiempo que el novillito liviano (90-100días versus 140 días.).

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