Apuntes para no perder kilos por enfermedades en trigo

Entre las limitantes más importantes en los cereales de invierno (trigo y cebada) de la últimas campañas, además del estrés térmico e hídrico y la fertilización se destacan enfermedades de origen fúngico como las manchas y las royas. El daño causado por estas enfermedades es variable y depende en gran medida de las condiciones ambientales de cada campaña, pudiendo reducir el rendimiento en un promedio del 20% al 40%.

En los últimos años, se han identificado factores determinantes para el desarrollo de estas enfermedades, como la disponibilidad hídrica en relación con las condiciones ambientales (precipitaciones, humedad, entre otras), el bajo nivel de adopción de variedades resistentes a enfermedades y la rotación de lotes en algunas regiones.

Durante la campaña de 2016, en plena expansión del área sembrada de trigo, se observó una alta presencia o reemergencia de la roya amarilla (Puccinia striiformis f. sp. tritici). La última epidemia de esta enfermedad había sido reportada en Argentina en el año 1930. La aparición de nuevas variantes o razas del patógeno, como la raza Warrior, capaces de desarrollarse en temperaturas más altas de lo reportado (>21°C) para este patógeno, junto con la gran cantidad de variedades susceptibles sembradas en estos años, han hecho que la roya amarilla se convierta en la enfermedad más importante como limitante biótica para el cultivo a la fecha, desplazando a enfermedades como la roya anaranjada (Puccinia triticina), la roya del tallo (Puccinia graminis f. sp. tritici) y, en el caso de las manchas, a la mancha amarilla (Drechslera tritici-repentis).

Durante la última campaña 2022, la baja disponibilidad hídrica en gran parte de la región triguera no fue del todo favorable para el desarrollo de enfermedades, siendo una vez más la roya amarilla la enfermedad más prevalente o dominante aunque en niveles más bajos en relación a campañas anteriores.

Las zonas más afectadas

La importancia y prevalencia de enfermedades están estrechamente relacionadas con las condiciones ambientales y pueden variar entre campañas y/o regiones productivas. En líneas generales, en zonas/regiones al norte del área triguera, con inviernos más templados, suelen favorecer enfermedades como la roya anaranjada y la del tallo, aunque también se observa una alta prevalencia de la roya amarilla debido a su gran adaptabilidad (organismos biotróficos). En el caso de los organismos necrotróficos, los hongos causantes de manchas, la mancha amarilla se presenta como la más prevalente e importante en el trigo, con intensidades variables según las zonas productivas.

En el norte y oeste de la provincia de Buenos Aires se observa con intensidades bajas a moderadas, y generalmente de moderadas a altas en el sur de la provincia de Buenos Aires. Las regiones con menor o escasa rotación de lotes con rastrojo de cebada o trigo (fuente de inóculo) son las condiciones más conducentes para el desarrollo de esta enfermedad.

La septoriosis o mancha por septoria en los últimos años ha quedado relegada, al menos en intensidad, mayormente debido a cambios e implementación de nueva genética con tolerancia a la misma. Por otro lado, cabe destacar la re-emergencia de la enfermedad tizón de la gluma por Parastagonospora nodorum con una prevalencia creciente, aunque en baja intensidad. En el caso del centro-sur de Córdoba, la necesidad de implementación de variedades tolerantes a heladas pero susceptibles a P. triticina ha sido un factor determinante para la gran prevalencia de la roya anaranjada en la región.

Qué se puede esperar para la próxima campaña

Dado que se pronostica un semestre con características de año Niño, las condiciones serán favorables tanto para el cultivo como para el desarrollo de enfermedades. En un contexto ambiental donde las precipitaciones y humedad relativa no serían limitantes las enfermedades podrán desarrollarse y dispersarse sin problemas generando los síntomas y signos que reducen el área fotosintética tan preciada para la construcción del rendimiento y calidad de grano de trigo.

Dentro de una manejo integrado de enfermedades podemos mencionar varias herramientas con las que el productor tiene disponibles. Además de características que tienen que ver con lo productivo (potencial de rendimiento, calidad, duración del ciclo, entre otras) la elección de la variedad a sembrar en base a su comportamiento a enfermedades es crucial para un buen manejo de las mismas. Para esto se encuentran disponibles los perfiles sanitarios de la mayoría de las variedades que técnicos del INTA y otras instituciones evalúan año tras año.

La protección química mediante el uso de fungicidas tanto aplicados a la semilla o de manera foliar es la herramienta mas utilizada hasta el momento, incluso por encima de la primera antes mencionada. La intensificación de esta herramienta ha llevado a que en algunos casos como el de mancha amarilla las poblaciones hayan desarrollado resistencia a varios de los ingredientes activos utilizados para su control. Por lo tanto se recalca que esta herramienta debería ser complementaria a a una buena elección del material a sembrar. La elección y rotación de lotes entre campañas para evitar los rastrojos que ofician de fuentes de inoculo para las enfermedades necrotroficas (manchas) es una medida que aporta grandes beneficios para mitigar el efecto de las enfermedades.

Por último pero no menos importante se destacan todos los productos bio, como los bio-estimulantes y bio-fungicidas que llegaron para aportar al manejo de enfermedades con una visión mas amigable con el medio ambiente. Es en la integración de todas estas herramientas que reside el éxito del buen manejo sostenible de enfermedades en el cultivo de trigo.

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