La campaña de girasol promete mayor producción y crush. Desde la Bolsa de Comercio de Rosario señalaron que la campaña 2021/22 sentó las bases para un buen año comercial.
“Las decisiones de siembra estuvieron positivamente influenciadas por los buenos márgenes de la campaña anterior, la necesidad de hacer caja, la intención de incrementar la superficie en algunas zonas luego de la escasez de agua en el último ciclo y un pronóstico de Niña que ya avizoraba mayores probabilidades de tiempo seco para todo el país”, señala el informe.
En este sentido, la superficie para esta campaña creció un 5,8 % en relación al año anterior respecto a la campaña anterior. La intención de siembra se vio afectada por la falta de agua y aseguran que será necesaria la lluvia.
La comercialización del girasol
Existen tres regiones, que por sus particularidades ofrecen al cultivo un final diferente: la región norte coincide con la región del NEA, región centro coincide con la zona centro, la provincia de Entre Ríos, y parte del oeste de Buenos Aires y centro de Buenos Aires y la región sur, coincide con la región de La Pampa, San Luis, Suroeste de Buenos Aires y sudeste de Buenos Aires.
“La producción de la región norte del país sería de 0,23 millones de toneladas aumentando 70 mil toneladas respecto a la campaña anterior. La producción de la región centro del país aumentaría 20 mil toneladas respecto de la campaña anterior, situándose en 840 mil toneladas. La región sur del país sería la de mayor participación nacional (69 % del total), aumentando 160 mil toneladas respecto a la campaña anterior, produciendo 2,49 millones de toneladas”, destaca el informe.
Ante este escenario, la BCR estima que esta mayor producción traería como consecuencia un mayor crushing respecto al año pasado y mayores stocks finales. De esta manera, la industria aceitera operaría con mayores niveles de utilización de la capacidad instalada.
“Para la campaña 2021/22, la demanda de harina de girasol y expellers para alimentación animal se mantendría alta, de la mano de una disminución de los stocks mundiales de la oleaginosa sumado a precios al alza de aceite vegetales en 2022”, sostiene la entidad. Esta situación también se vería alcanzada por la recuperación de la economía doméstica que ayudaría a que se sostenga el nivel de consumo interno de aceite de girasol.
“Se esperan exportaciones de semilla de girasol por 170 mil toneladas y una industrialización de girasol (crushing) de 3 millones de toneladas”, concluyeron desde la Bolsa de Comercio de Rosario.