Las claves del negocio agromecánico

El contexto internacional promete un 2022 agitado para el negocio de las máquinas agrícolas.

El panorama fue analizado en el último Think Tank que realizó FederUnacoma, la entidad que agrupa a los fabricantes italianos y es referente en Europa.

A los efectos que venían de arrastre por la pandemia se agrega el impacto de la guerra entre Ucrania y Rusia.

Las derivaciones comerciales y productivas del contexto también derraman hacia Argentina y afectan la actividad de las empresas locales.

Preocupaciones

Las 5 claves de lo que viene para las máquinas agrícolas se resume así:

  • Materias primas  La crisis podría durar años, con una escasez que sostendrá la tendencia inflacionaria. La situación que provocó el coronavirus se agrava con el conflicto militar que impulsa fuertes aumentos de precios e interrupciones en las cadenas de suministros. Todo esto se combina con nuevos aumentos de los costos en la logística. En Argentina, el costo del acero aumentó más del 53% en dólares en los últimos 14 meses, replicando el fenómeno que se observa en el mundo.
  • Mercados  Las empresas deben reformular sus estrategias comerciales en el mundo, tomando como dato sólido que las sanciones contra Rusia se pueden prolongar durante varios años. Además, Ucrania deberá destinar recursos a la reconstrucción y mermará su capacidad para la renovación de máquinas agrícolas. Tanto Rusia como Ucrania avanzaban en 2021 como fuertes mercados para las máquinas argentinas, especialmente cabezales maiceros y girasoleros, y ese negocio está frenado.
  • Costos  Las presiones inflacionarias sobre las materias primas, así como sobre la logística, comprometen la capacidad productiva de la industria fierrera, y reducen el poder adquisitivo de los productores. Se agrega el aumento de los precios de la energía y los fertilizantes. En este sentido, es esperable una caída en la capacidad de compra, tanto en los mercados globales, como en el mercado argentino en particular.
  • Commodities  La reducción de la oferta de cereales de Europa del Este está creando un fuerte desequilibrio entre la oferta y la demanda, que también repercute en los precios de los productos básicos agrícolas, “creando así las condiciones para una crisis alimentaria mundial”, considera FederUnacoma. La brecha de producción se puede cerrar ampliando la tierra cultivable e invirtiendo en maquinaria agrícola de última generación. Sin embargo, los crecientes costos de producción atentan contra la posibilidad de expandir los volúmenes agrícolas. En Argentina, esta situación se dilucidará con el comienzo de la próxima campaña de granos finos.
  • Asociativismo  En este contexto, las empresas de maquinaria agrícola deben ser particularmente reactivas a los cambios de situación y también deben seguir estrategias a largo plazo para mitigar su exposición a la volatilidad de las materias primas. Las compras colectivas y las redes empresariales pueden fortalecer el poder de negociación de las empresas en las negociaciones con los proveedores, mejorando así las condiciones contractuales. La industria de máquinas agrícolas debe como un sistema, ser competitivo en nuevos mercados y crear sinergias sectoriales, es la conclusión de FederUnacoma. Para el caso argentino, la unión de fuerzas en el exterior puede ser una variante que permita atacar en conjunto las oportunidades comerciales en destinos mundiales.
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