Inundaciones en PBA: el último cálculo lleva la superficie afectada a casi 6 mill/ha

0
3

La inundación en Buenos Aires es la ‘más grave en 10 años’, según Carbap y conlleva pérdidas por 2.000 mill/dol con más de 1,5 millón/ha improductivas este año.

El fenómeno hídrico en el centro de la provincia de Buenos Aires es considerado el más extenso y severo en la última década, de acuerdo a un nuevo relevamiento realizado por la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa.

Según Carbap, la superficie total comprometida por inundación y anegamiento que se inició con las lluvias de ferero y marzo alcanzó en noviembre a 5,8 millones de hectáreas poniendo en riesgo la siembra de la campaña gruesa 2025-26 y proyectando pérdidas económicas estimadas en 2000 millones de dólares.

Basándose en imágenes satelitales obtenidas entre el 11 y el 13 de noviembre, la entidad detalló la magnitud de la afectación en la región, cuyo epicentro es la Cuenca del Salado (un área de 17 millones de hectáreas):

–Superficie Inundada/Anegada: 2 millones de hectáreas se encuentran directamente bajo el agua o con anegamiento superficial.

–Superficie Afectada: 3,8 millones de hectáreas no tienen las condiciones mínimas para la siembra (“falta de piso”), presentan caminos intransitables y carecen de accesibilidad para la maquinaria agrícola.

-En la práctica, la entidad ruralista afirma que los 5,8 millones de hectáreas han quedado “fuera de producción”.

-Los partidos más castigados incluyen a Bolívar, 9 de Julio, Pehuajó, 25 de Mayo, Lincoln, Carlos Casares y Las Flores, que concentran más de 4,5 millones de hectáreas comprometidas.

La crisis ocurre en momentos en que la ventana de siembra de soja y maíz “se cierra aceleradamente”, alertó Carbap, que estima que más de 1,5 millones de hectáreas agrícolas tienen un “riesgo muy alto de quedar improductivas este año”.

Si esta superficie no se siembra (tomando una relación estándar de 60% soja y 40% maíz), la pérdida económica proyectada asciende a US$2000 millones que dejarían de ingresar al circuito económico en 2026. Este impacto recaerá no solo en los productores, sino en toda la cadena de pago que sostiene la economía de los pueblos rurales (contratistas, transportistas, proveedores, etc.).

Con la publicación del nuevo relevamiento, Carbap también lanzó un duro comunicado en el cual responsabiliza a los tres niveles del Estado (intendentes, provincia y Nación) por la falta de infraestructura y la inacción, y exigiendo que las obras en la Cuenca del Salado estén terminadas para 2030: “La capacidad existe; lo que falta es decisión política”.

Artículo anteriorLa revolución de la cosecha: la máquina “cordobesa” con 30% más productividad y 8% menos consumo