EOSDA Crop Monitoring: estrategias eficaces de gestión de las enfermedades de las plantas

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Al igual que pasa con el resto de organismos, las plantas también son susceptibles a caer enfermas. Independientemente del tipo de enfermedad, se produce una desviación o alteración del funcionamiento normal de los procesos fisiológicos que es perjudicial para su salud.

Esto supone un revés para los agricultores, que cada año intentan obtener un alto rendimiento y una cosecha abundante. Los diferentes tipos de enfermedades de las plantas no afectan a todas las plantas ni de la misma forma cuando sí lo hacen. La forma en la que el agricultor gestiona el campo también importa, pues técnicas inadecuadas pueden favorecer la completa destrucción de la producción. Así pues, es sumamente importante conocer todo lo posible sobre los tipos de enfermedades de las plantas y cómo gestionar la situación adecuadamente.

Causas de las enfermedades de las plantas

Las enfermedades de las plantas se clasifican típicamente en 2 categorías: agente patógenos no infecciosos o abióticos y agente patógenos infecciosos o bióticos. Aunque menos frecuentemente, los contaminantes atmosféricos nocivos también pueden llegar a hacer que una planta enferme.

Los agentes abióticos o no infecciosos hacen referencia a las condiciones ambientales no vivas que rodean a las plantas del campo. También pueden aparecer como consecuencia de una gestión inadecuada de la explotación. Algunos agentes abióticos son las temperaturas extremas, el viento, las lluvias frecuentes e intensas, la humedad, la sequía, las inundaciones, la compactación del suelo o el exceso o defecto de nutrientes disponibles en el suelo.

Por su parte, los agentes bióticos o infecciosos son organismos vivos capaces de propagarse y transmitir la enfermedad. Esto incluye virus que afectan a los cultivos, hongos, bacterias, nematodos, plantas parásitas e, incluso, algas. Cada uno de ellos tiene un vector de ataque, por lo que para saber cómo combatir enfermedades de las plantas, hay que saber tratar cada uno de estos casos.

Mecanismos de gestión de las enfermedades de las plantas

Gracias a los avances tecnológicos y la investigación, la lucha contra los agentes patógenos es algo más fácil al disponer de más información. Sin embargo, esto no implica que curar una planta sea inmediato; en función de la enfermedad y las condiciones medioambientales, este proceso puede extenderse durante bastante tiempo y afectar a los cultivos de forma severa.

Entre los métodos de control de las enfermedades de los plantas más usados, destacan:

  1. Métodos de cultivo específicos. Ceñirse a los requisitos de temperatura y humedad de cada cultivo ayuda a frenar la propagación, puesto que las plantas tienden a enfermar al estar débiles por no contar con las condiciones adecuadas. Elegir adecuadamente el momento de plantar también es de utilidad.
  2. Labranza. La labranza no solo sirve para acondicionar el lecho en el cual se colocarán las semillas, también puede usarse para frenar algunas enfermedades. Para ello, basta con generar un espacio en el que enterrar los residuos de los cultivos y, posteriormente, dejar secar esa zona del suelo.
  3. Uso de productos químicos. Aunque no es la opción más recomendable, por los posibles efectos adversos en el medioambiente, los tratamientos de semillas con productos fungicidas garantizan que las semillas que se plantarán en el suelo estarán sanas. Los productos químicos y compuestos para el tratamiento del suelo pueden usarse en combinación con el tratamiento de las semillas o por separado.

Rotación de cultivos como método de control

Algunos patógenos que causan enfermedades de las plantas son capaces de sobrevivir en el suelo entre temporadas de cultivo. Si se planta de forma continua el mismo cultivo, no existe un mecanismo de eliminación y los niveles de población del patógeno no harán sino crecer. El uso de la rotación de cultivos busca privar a esos patógenos de sus alimentos, haciendo que mueran o acaben por desplazarse fuera del campo.

Sin embargo, hay algunos requisitos que seguir a la hora de utilizar esta técnica. En primer lugar, las plantas de una misma familia suelen compartir los mismos problemas de plagas, por lo que rotar entre cultivos que están estrechamente relacionados no solventará el problema. Por ejemplo, la mostaza, el brócoli o la col, pese a sus notorias diferencias, son todos de la familia de la mostaza (Brassicaceae).

Otro detalle importante es que algunos patógenos atacan a una gran cantidad de tipos de planta, por lo que los cultivos para las rotaciones deben seleccionarse con especial cuidado para conseguir erradicarlos. 

Por último, algunos patógenos pueden subsistir durante muchos años. Por ejemplo, la podredumbre blanca puede sobrevivir en el suelo e infectar al ajo y la cebolla durante más de 50 años. Cuando un agricultor se enfrenta a este problema, es necesario considerar otros métodos de control, ya que la rotación de cultivos es un método muy efectivo, pero no infalible.

EOSDA Crop Monitoring y la gestión de las enfermedades

Detectar enfermedades en campos grandes no es especialmente práctico, a menos que se cuente con tecnología de primer nivel. EOSDA Crop Monitoring es una plataforma de agricultura de precisión basada en datos satelitales potenciada con inteligencia artificial y algoritmos que puede ser de mucha ayuda en esta tarea.

Los factores que generan un estrés abiótico pueden identificarse gracias a varias de las funciones de la plataforma, tales como la monitorización de los niveles de humedad del suelo, abundante información meteorológica, mapas basados en el índice NDMI (para controlar el contenido de agua de las plantas) o notificaciones automáticas cuando se detecta estrés térmico o por frío.

En lo que respecta a agente bióticos, una de las consecuencias habituales cuando hay una enfermedad es la ampliación gradual de las zonas con baja productividad. Los mapas de vegetación de EOSDA Crop Monitoring, que pueden construirse en base a diferentes índices de vegetación, sirven para identificar rápidamente esas zonas infectadas. Una vez localizadas, se puede crear una tarea para un explorador, que, apoyándose en la app móvil, podrá ir hasta el lugar del campo en cuestión y contar lo que ve de primera mano rellenando un informe y adjuntar fotografías, incluso sin conexión a Internet.  Todas estas funciones pueden ayudar a los agricultores a solventar sus problemas con las enfermedades lo antes posible, para que el rendimiento no se vea afectado.

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