La oferta de modelos continúa renovándose en un contexto favorable, tanto en el plano interno como en el exterior.
Los cabezales girasoleros de producción nacional está viviendo su primavera, en sintonía con una etapa por demás promisoria para el cultivo.
Segúl la Asociación Argentina de Girasol, hay por delante “una coyuntura excepcional que combina precios internacionales firmes, mejora en las políticas locales y muy buenas condiciones de siembra en el norte argentino”.
Escenario
El escenario positivo que atraviesa el mercado del girasol combina una serie de factores concurrentes.
Por un lado, están los coletazos de la guerra entre Rusia y Ucrania, que concentran 55% de la producción mundial del grano y cerca del 80% de las exportaciones de aceite.
Desde el inicio del conflicto, las cotizaciones internacionales de la oleaginosa se han mantenido altas, sin las fluctuaciones de otros commodities.
Al mismo tiempo, la sequía y la ola de calor en Ucrania y Europa han agravado la escasez de girasol.
A todo ritmo
La campaña 2024/25 marcó un récord de producción en Argentina, con 5,1 millones de toneladas y un crecimiento de +30,7% respecto al ciclo anterior (3.9 millones de toneladas).
La temporada 2025/26, en tanto, arranca con una proyección de aumento de 18% de la superficie en relación a la campaña anterior, que fue de 2,3 millones de hectáreas.
El Norte concentra el 30% de la superficie total e ingresa al nuevo ciclo con excelente humedad a la siembra.
En Chaco, ya se sembró más del 60% de la intención inicial, al tiempo que en el Centro-Norte de Santa Fe, más del 20%.
GIRASOLEROS ARGENTINOS
Frente a ese panorama alentador, la oferta de cabezales girasoleros tiene muchas novedades de fabricación nacional: