La nueva generación de máquinas en el mundo suma ISOBUS para subir información a la Nube. También se automatiza para “copiar” la disposición de la hilera de forraje cortado.
Las rotoenfardadoras también se suman a la ola de digitalización de las máquinas agrícolas y toman a su cargo tareas que eran propias del operador.
En el mundo aparece una nueva generación de máquinas, dotada de conectividad y funciones de automatización.
Con la tecnología ISOBUS, las rotoenfardadoras se pueden conectar a las plataformas digitales y generar mapas de rendimiento en tiempo real.
Además, para los contratistas ahora está la posibilidad de brindar datos de producción para que se pueda rastrear la ubicación y el tamaño de cada fardo.
Esta información se documenta en la Nube y posibilita registrar la cantidad total de fardos por campo y generar mapas de materia seca.
Seguimiento
Otra innovación tecnológica destinada a incrementar la productividad se vincula con la automatización para “perseguir” las andanas.
Cualquier operador que ha trabajado en un tractor y con una rotoenfardadora, aprecia una andana bien formada porque evita zigzaguear para llenar la cámara uniformemente.
La novedad es una barra de tiro flexible que guía automáticamente la rotoenfardadora a lo largo de la hilera de forraje cortado, según el nivel de llenado de la cámara.
Operatividad
De esta forma, la máquina no tiene que desplazarse a la izquierda o a la derecha de la andana.
La nueva función, además de garantizar rollos de formato uniforme, permite que la máquina siga con precisión las hileras curvas, incluso en las esquinas del campo.
Así se eliminan las pérdidas de forraje y se reducen las maniobras del tractor, con el consiguiente ahorro de combustible.