FADA analiza las nuevas medidas

0
74

Luego de que los ministros de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra, explicaran las nuevas medidas referidas a la exportación de carne, la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA) publicó en sus redes sociales un breve análisis.

Si bien desde la Fundación reconocen que es una mejora en comparación contra el cierre de exportaciones, dista mucho de ser una decisión positiva para el sector. A partir de ahora sólo queda cerrada el 40 % de la exportación de carne vacuna, que es claramente mejor al cierre del 92 % que se había mantenido durante 30 días.

De todas formas, para FADA “sigue siendo una situación mala. Esto se debería a diferentes situaciones. Primero, porque se resta demanda externa a la producción de carne cuando el mercado interno no tracciona por pérdida de poder adquisitivo. Explican que esto significa que menor demanda lleva a un menor incentivo para producir, lo que termina por impactar negativamente en las fuentes de trabajo.

Por otro lado, desde la Fundación explican que se “cierra la exportación de carnes que no se consumen en el mercado interno. Es muy difícil que un consumidor argentino elija en una carnicería una costilla de vaca”.
Novillito y Vaca Conserva. Fuente: Camya

Además, advierten que el mayor impacto negativo “lo sufrirán los trabajadores de frigoríficos, los frigoríficos medianos que no tienen diversificada su exportación y productores de cría y tambos”. Resaltan que este es un sector que, a lo largo de toda su cadena de producción, genera más de 400.000 puestos de trabajo.

Desde FADA brindan algunas aclaraciones que podrían aportar a la resolución de este problema. En primer lugar, sostienen que el problema no es de abastecimiento, sino que es de acceso. “Producimos 3,2 millones de toneladas de carne bovina de lo cual exportamos 900 mil. Más casi 3 millones de toneladas de carne de pollo y cerdo.  Argentina está en el podio de mayores consumidores per cápita a nivel mundial”, explican.

También definen que el problema no está en el precio, sino en el poder adquisitivo: “Tenemos carne más barata que en otros países, pero hemos perdido el poder adquisitivo. Hubo una caída del 20% el salario real, en los últimos tres años”.

La pérdida de poder adquisitivo no está expresada solamente en la dificultad para comprar carne, sino que afecta el consumo general de cada persona. Cada vez resulta más difícil comprar ropa, elementos para el hogar, o cargar nafta. Es por ello que desde FADA aseguran: “Las medidas para este problema deben estar concentradas en reducir la inflación disminuyendo la emisión monetaria y a un programa económico que genere confianza”.

Finalmente, sostienen que lo que se necesitaría hacer es incrementar la producción de carne, tanto para consumo interno como para exportación. Aumentando la producción también se generarían más puestos de trabajo, lo que ayudaría a reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida de miles de personas.

Artículo anteriorVeredicto científico: el glifosato no causa cáncer
Artículo siguienteLa soja se volvió a negociar en baja