Cuatro soluciones viables para minimizar la compactación generada por las máquinas

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¿Cuáles son las medidas que hoy tiene a mano el productor argentino para iniciar una estrategia de control de tránsito?

La agricultura continua a gran escala viene mostrando signos de preocupación en lo que respecta a la compactación profunda de los suelos.

En lotes del noreste argentino, por ejemplo, con más de 20 a 30 años de agricultura, se están encontrando densificaciones elevadas a 10/20 cm de profundidad.

Ello, a su vez, se traduce en limitaciones al crecimiento de las raíces y la captación de agua, según advierte un informe de AAPRESID.

Tránsito Controlado

Uno de los factores que más inciden en la compactación profunda es el transito de equipos de gran porte dentro de los lotes

El tránsito de la maquinaria genera aumentos en la densidad del suelo que pueden reducir los rindes en hasta un 50%, dependiendo del tipo de suelo, nivel de comparación y clima”, advierte Silvia Imhoff, especialista en suelos de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).

Atendiendo a este tema, los especialistas están poniendo el foco en las técnicas de Tránsito Controlado Agrícola (TCA).

Lo que a nivel mundial se conoce como CTF (Controlled Traffic Farming), sigla en inglés de lo que sería Agricultura de Tráfico Controlado.

Básicamente, el CTF  es una estrategia de manejo agrícola para reducir la compactación del suelo limitando el tráfico de vehículos y maquinaria pesada a líneas específicas a lo largo de los campos.

Al conducir la maquinaria siempre por las mismas huellas (o carriles de tráfico), se compacta solo una fracción del campo, dejando la mayor parte del terreno sin pisar, lo que contribuye al.desarrollo de una estructura de suelo más saludable.

Inversión

La primera limitante para la adopción del CTF tiene que ver en la inversión que se requiere para adquirir nuevos equipos o adaptar los existentes. Pero no es la única.

Se trata, mayormente, de una técnica de gestión de procesos, es decir, de un cambio de mentalidad, advierten desde la Asociación Argentina de Tránsito Controlado Agrícola (AATRANCA).

Desde la entidad reconocen que la gestión de equipos en un país donde más del 60% de las labores se realiza mediante contratistas es todo un desafío.

Pero también destacan que hoy el productor cuenta con algunas prácticas simples y de “costo cero», para dar el primer paso hacia una estrategia de tránsito controlado.

Cuatro soluciones viables

Aprovechar el piloto automático “Asumiendo que un gran porcentaje de las labores se realizan con piloto automático, se podría comenzar usando las mismas ‘líneas madre’ para el guiado para todas las operaciones, aunque los anchos de trabajo no coincidan. Si se respetan estas líneas todos los años, esta simple acción puede reducir el porcentaje de huellas entre un 50% y 60%”, explican desde la entidad. Para esto último, el uso de señales con repetitividad asegura el “no corrimiento” de la línea de por vida. Además, las plataformas digitales, al trabajar con intercambios de datos por telemetría en tiempo real y como los monitores con softwares son cada vez más amigables, facilitan la operatividad.
Ordenar la dupla “tractor-autodescargable” Otra acción simple es asegurar que el equipo tractor-autodescargable transite únicamente por las huellas de la cosechadora, saliendo de ellas sólo al momento de descargar los granos.
Controlar neumáticos La presión de inflado de los neumáticos no debe superar las 30 libras/pulgada. Como ‘plus’, el uso de neumáticos radiales y/o de alta flotación para reducir la compactación en la huella son aliados estratégicos.
Entrar al lote con humedad óptima Con niveles de humedad cercanos al 60%, el riesgo de compactación se reduce considerablemente.
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