Hasta el 25 de marzo durarán las consultas del gobierno canadiense respecto a la aplicación de aranceles como respuesta a la política de Donald Trump.
Los nubarrones siguen dando vueltas sobre el cielo de las máquinas agrícolas en América del Norte.
El camino seguido por el presidente estadounidense Donald Trump respecto a la aplicación de aranceles, continúa caldeando el ambiente.
El vecino Canadá, uno de los perjudicados por los gravámenes a sus exportaciones, tiene sobre la mesa una medida similar como represalia.
Cavilaciones
Hasta el 25 de marzo, el gobierno canadiense consultará a diversos estamentos para definir la imposición de aranceles a las máquinas procedentes de Estados Unidos.
Por ahora, Canadá respondió con una represalia comercial valorada en U$S 30.000 millones y está en carpeta una escalada arancelaria de U$S 130.000 millones que abarcaría a las máquinas.
Las entidades canadienses vinculadas a las máquinas agrícolas hacen esfuerzos por persuadir a las autoridades de su país de no levantar barreras a los productos de Estados Unidos.
El flujo de agromáquinas entre los dos gigantes norteamericanos había estado libre de impuestos en los últimos 80 años.