El envío de máquinas autopropulsadas fue completamente suspendido. Es por los aranceles sobre el acero, el aluminio y el cobre.
Los aranceles aplicados por Estados Unidos desde la asunción de Donald Trump tienen efectos concretos en el negocio global de máquinas agrícolas.
Desde el otro lado del Atlántico, los fabricantes europeos ya sienten en sus bolsillos el impacto arancelario y temen por serias consecuencias.
Uno de los casos más relevantes es el de la empresa alemana Krone, que ha suspendido completamente las exportaciones de equipos a Estados Unidos.
La medida fue adoptada ante los aranceles del 50% aplicados sobre el acero, el aluminio y el cobre.
Pérdidas
Las operaciones en Estados Unidos son importantes para Krone y cortar el suministro de equipos autopropulsados implica un recorte del 15% en su facturación.
“Debido a los nuevos aranceles, la maquinaria agrícola en Estados Unidos es tan cara que resulta imposible venderla”, explica Gero Schulze Isfoort, Director General de Krone.
Caterpillar
Pero la política arancelaria norteamericana no sólo afecta a las empresas radicadas fuera de Estados Unidos. También lo hace entre las firmas del propio país.
Caterpillar, por ejemplo, reveló que espera que los aranceles agreguen hasta U$S 350 millones a sus costos operativos en 2025.
Anteriormente, John Deere había admitido que los gravámenes a insumos como acero y aluminio representarán un aumento de U$S 500 millones en los costos de producción de sus plantas estadounidenses.