El segmento de las fertilizadoras autopropulsadas vive una revolución tecnológica que promete multiplicar sus prestaciones.
Las fertilizadoras autopropulsadas exhiben en 2025 un renovado cuadro tecnológico que las lleva a un mayor nivel de prestaciones.
Además del avance de la fertilización neumática, se registran otras transformaciones, fundamentalmente vinculadas a un aumento de la capacidad de trabajo y a la posibilidad de realizar prestaciones adicionales a su función básica de fertilizar.
Las 10 principales tendencias globales que se observan en las fertilizadoras autopropulsadas son:
Más ancho. Los barrales de aplicación llegan hasta 37 metros o más para mejorar la productividad de las máquinas y con mayor capacidad de flujo de productos.
Homogeneidad. Junto a la ampliación del ancho de trabajo, se agregan tecnologías que logran un patrón de distribución consistente.
Funcionalidad. Crece la variedad de configuraciones y sistemas de aplicación eficientes con capacidad de tasa variable que ayudan a adaptar las fertilizadoras. a las necesidades del operador y optimizar la cobertura y la productividad.
Cabinas. Son más espaciosas y silenciosas con dispositivos avanzados de reducción de ruido. La visibilidad se mejora a través de ventanas más grandes, vidrio trasero completo e iluminación LED potente.
Capacidad. Las tolvas se hacen más grandes y los volúmenes ya ascienden hasta 24.000 litros o más, en combinación con los mayores anchos de los barrales.
Materiales. El acero inoxidable ya domina las estructuras de las máquinas que están en contacto con los fertilizantes.
Acarre. También se mejora el transporte de los nutrientes, utilizando cintas especiales o dispositivos con cadenas, cada vez de mayor ancho.
Discos. Se introduce el diseño de tipo abombado a fin de optimizar la trayectoria del material seco para una cobertura uniforme de los fertilizantes.
Multiplicidad. Crecen los accesorios opcionales para hacer tolvas múltiples que posibiliten esparcir hasta cuatro productos diferentes, cada uno con dosis variable.
Para todos. Muchas fertilizadoras pueden pasar en apenas 30 minutos del sistema de aplicación de nutrientes secos a líquidos. Y también cuentan con la tecnología para manejar fertilizantes en polvo (cal y yeso, por ejemplo) y esparcir semillas de cultivos de cobertura o residuos pecuarios.