Por fuera de los motores que entregan más caballos, hay un renovado paquete de tecnologías para el procesamiento del material.
El mercado de picadoras de forraje atraviesa una etapa de mucha ebullición tecnológica, con la irrupción de nuevos modelos de gran capacidad de trabajo, equipados con motores que, en algunos casos, superan los 1.000 caballos de potencia.
El fenómeno es de escala mundial. Y Argentina no escapa a esa tendencia.
John Deere anticipó el desembarco en el mercado local de las nuevas magapicadoras de las series F8 y F9 , cuyo tope de gama es el modelo F9 1000, de 1.020 CV.
Anteriormente, New Holland había renovado su oferta en el país con la picadora FR 650, de 650 CV.
Y para los próximos meses se aguarda el arribo a Sudamérica de la nueva serie Jaguar 1000 de Claas, que incluye versiones de hasta 1.110 caballos.
Tecnología
Claro que, más allá de la potencia de sus motores, la nueva generación de picadoras encierra un recambio tecnológico de magnitud, a fin de traducir en capacidad de trabajo los caballos desplegados por sus impulsores.
Los nuevos equipos pueden procesar hasta 500 toneladas de maíz por hora… y eso no se logra sólo con HP.
En este informe, repasamos 10 claves tecnológicas de las picadoras de forraje de nueva generación.
1. Controles intuitivos
Los ajustes de la máquina pueden almacenarse en diferentes perfiles de conductor, lo que permite un inicio rápido del corte sin tener que ajustar la configuración cada vez que se cambia de operario.
2. Palancas ergonómicas
Tienen hasta 11 botones personalizables y se programan a través de las pantallas táctiles. Incluyen parámetros para el plegado del cabezal, elevación de la boca de salida, sincronización de maquinaria y tracción en las cuatro ruedas, entre otros.
3. Pantallas
Incluyen un nuevo menú que permite a los operadores ajustar rápidamente las funciones más relevantes de la máquina con un solo dedo. Son más grandes y veloces.
4. Motor controlado
Hay nuevas funciones que optimizan automáticamente la velocidad del vehículo y las rpm del motor, en función de las velocidades y cargas del motor preseleccionadas.
5. Llenado activo
Los controles ahora utilizan un sistema de cámaras en estéreo para controlar automáticamente la rotación y la posición de la boca de salida del tubo de descarga. También rastrean la ubicación de carros forrajeros y orientan el material para lograr una estrategia de llenado óptima.
6. Precisión
Se suman nuevos sistemas para mantener una longitud precisa y constante de corte y que adaptan automáticamente la longitud de picado según la humedad del cultivo.
7. Cabeceras
También hay nuevos dispositivos para los giros en cabeceras con un solo clic para maíz, gramíneas o ensilado de toda la cosecha, gestionando la elevación del cabezal y el control del tubo de descarga.
8. Material homogéneo
Se agregan nuevas transmisiones independientes en los cabezales a fin de lograr un régimen variable de revoluciones para los discos transportadores y, por separado, para el cilindro de alimentación. Con ello, se obtiene un traspaso muy homogéneo del material de cosecha a los rodillos de compactación previa en todas las longitudes de corte.
9. Cuchillas
Cuentan con una capa de protección antidesgaste y se disponen en ángulos inclinados, apuntando a un picado homogéneo. También el uso de semicuchillas para duplicar la longitud de corte mejora la calidad de picado y flexibilidad de uso.
10. Inoculantes
Se incorporan nuevos sistemas de dosificación de inoculante que funcionan con las lecturas de sensores de la composición del material picado, a fin de optimizar la calidad del ensilado.