Bernardín dispone en el mercado argentino de tecnología para “mimar” el pasto destinado a la confección de reservas forrajeras.
A través de la incorporación de la línea de productos de SaMASZ, empresa polaca de la que es representante en el país, Bernardín brinda las prestaciones del rastrillo giroscópico Z2-840 H.
Es un equipo de dos rotores, que trabaja con un diseño particular del brazo de las púas para la formación de hileras.
De esta forma, hace un tratamiento preciso del material a fin de proporcionar limpieza y protección del forraje.
Funcional
El chasis en tándem del rastrillo giroscópico Z2-840 H asegura un copiado del terreno que preserva a las púas de roturas o pérdidas.
Además, existe la posibilidad de hacer el ajuste en altura, de modo que la máquina se adapta diferentes condiciones de terreno.
Ofrece un ancho de trabajo de 7,60 a 8,40 metros y cuenta con mecanismo de bloqueo para el transporte (3 metros de ancho) y el giro en las cabeceras.
Por otra parte, el sistema de dirección forzada posibilita que el rastrillo siga la trayectoria del tractor.