En los últimos días se observan valores para la hacienda liviana en Liniers que superan los $300 tanto en machos y hembras, avanzando entre un 5% y un 6% semanal. Estas mejoras representan una corrección en el precio de la media res en gancho, que se deberá trasladar a los mostradores en los próximos días. La expectativa hoy esta puesta en la reacción de los consumidores ante este nuevo aumento de la carne vacuna, tratando de analizar cuán resistente se presentará la demanda, al actual nivel de consumo. Por el lado de la oferta, la situación es clara y contundente.
“Estamos ante una escasez de oferta que se viene registrando desde el año pasado y que, por efecto de la seca, se acrecentará este año con impactos que seguirán presentes en al menos los próximos dos ciclos ganaderos”, señala en su informe semanal el mercdo ganadero rosarino Rosgan.
“Este año tanto las invernadas pastoriles como los sistemas de engorde a corral se enfrentarán a un escenario muy adverso”, señala el documento. “En el caso de los sistemas extensivos, aun aquellas zonas pampeanas donde la situación es menos acuciante y las lluvias recibidas ya permiten proyectar siembras tempranas de algunos verdeos, hoy sufren una baja en el nivel de reservas forrajeras que, en muchos casos obliga a reducir temporalmente las cargas”.
Los feedlots
Por el lado del feedlot, la situación no es menos alarmante. El efecto de la seca golpeó muy fuertemente el rendimiento de los cultivos de siembras tempranas, por lo que se teme genere un faltante importante en la oferta de granos de los primeros meses hasta tanto ingrese la cosecha tardía.
Si bien la relación ternero/gordo se encuentra mucho más acomodada tras esta última suba (1.10), no deja de ser un ajuste estacional cuya mejora comenzará a erosionarse, a medida que avance la zafra y vuelvan a afirmarse los valores de la invernada.

En este contexto, la escasez que se venía dando el año pasado, con una caída del nivel de faena de más 1 millones de animales, hoy se ve de manera muy marcada en los números de faena del primer mes del año.
Menos faena y el consumo reducido a 41 kg per cápita
Según el informe del Rosgan, enero registró la faena más baja -para ese mes- de los últimos 7 años. Con un total de 971.596 animales faenados en el mes, un 2,6% inferior incluso a la de enero pasado, la producción de carne se restringe a unas 222 mil toneladas que, descontado lo que habría llevado la exportación (65 mil toneladas), reduce el consumo de carne vacuna a unos 41kg per cápita, en su cálculo mensual.
Aun así, todo indica que el consumidor ya se está acercando a un piso de ingesta del cual se resiste a bajar, a pesar del aumento del precio de la carne. El año pasado, el consumo se redujo en apenas 2,5kg per cápita, equivalentes a una caída del 5% anual, al pasar de un promedio anual de 50,4 a 47,8kg per cápita.
Un consumo que baja
Esta tendencia de mayor gasto destinado al consumo de carne vacuna se verifica en los últimos tres años lo que permite vislumbrar un piso, que podríamos estimar en torno a los 48 a 50 kg de ingesta per cápita, del cual el consumidor argentino no estaría dispuesto a bajar.
En concreto, enfrentamos un año en el cual nuevamente resultará escasa la hacienda gorda, donde la demanda interna -a pesar de su debilidad de compra- se resiste a seguir residiendo consumo y una exportación que, aun en medio de las restricciones vigentes, goza de excelentes valores internacionales que no querrá desaprovechar.
Todo ello, en un contexto de inflación creciente que presiona al alza el costo de los insumos y una brecha cambiaria que obliga al productor a resistir en el negocio, evitando la descapitalización.