Proyecciones privadas ven una suba del PBI de 2% a 3% gracias al agro, minería y energía; industria, construcción y empleo seguirán rezagados y las pymes complicadas. Contraste con el Presupuesto.
Las estimaciones del mercado para 2026 anticipan un crecimiento económico moderado, de entre 2% y 3%, pero con fuertes diferencias entre sectores, según lo advirtieron distintos analistas, que señalan una economía con desempeño dispar, donde los complejos agroindustrial, minero y energético traccionarán la actividad, mientras que los sectores intensivos en mano de obra continuarán con dificultades.
Las proyecciones contrastan con las proyecciones oficiales contenidas en la Ley de Presupuesto 2026, que prevé en 2026 un crecimiento de la economía del 5%, la cifras mas alta en los últimos años.
En un relevamiento de opiniones realizado por Ambito.com, el economista Miguel Ángel Broda sostuvo que la Argentina transita una estructura “bipolar” y proyectó un crecimiento modesto para el próximo año. Según su análisis, en 2026 no habrá aumento del salario real y la masa salarial “con suerte se mantendrá constante”, lo que limita cualquier escenario de recuperación del consumo.
Los datos recientes refuerzan este diagnóstico. La actividad económica cayó 0,4% interanual y muestra señales de estancamiento. En la industria, la producción manufacturera registró en noviembre una baja interanual del 6% y una caída mensual del 1%, de acuerdo con la Unión Industrial Argentina. En términos acumulados, el nivel de actividad se mantiene en valores similares al cuarto trimestre de 2024 y alrededor de 10% por debajo de los registros de 2022 y 2023.
Al interior del sector, solo la refinación de petróleo y la producción de motos lograron recuperar los niveles de hace tres años.
Pymes
Para las pequeñas y medianas empresas, la situación es más crítica: según la Fundación Observatorio Pyme, el segmento acumuló una contracción del 4,1% en el tercer trimestre y una caída del empleo del 4,6%. Además, el 81% de las pymes identifica a la presión de costos como su principal problema y el 37% declara haber perdido participación de mercado por el avance de las importaciones, principalmente de origen chino.
En línea con estos datos, el Estudio Orlando J. Ferreres estimó para noviembre una contracción industrial del 3,7% interanual, aunque el acumulado de los primeros 11 meses del año muestra un leve crecimiento del 1,6%. Para la consultora, la clave de 2026 será la demanda interna: sin recomposición salarial y consumo, la recuperación industrial será limitada.
Construcción
El sector también enfrenta un escenario complejo. Según Empiria, la actividad creció 7,9% en lo que va del año, pero todavía se ubica 20,7% por debajo de los niveles de noviembre de 2023. En octubre, la actividad cayó 0,5% mensual y, para noviembre, los indicadores adelantados mostraron bajas del 7,1% en el índice Construya y del 7,7% en los despachos de cemento.
El deterioro del sector se refleja en el empleo: entre noviembre de 2023 y septiembre de 2025 se perdieron 64.000 puestos de trabajo asalariados en la construcción y desaparecieron 2.100 empresas, lo que equivale al 10% del total.
Este desempeño impacta directamente en los ingresos. Según el INDEC, en octubre el índice de salarios registrados subió 2% mensual, pero en términos reales cayó 0,3%. En los primeros diez meses del año, la pérdida acumulada del salario real alcanza el 0,6%.
Con la industria, la construcción y el comercio explicando el 44% del empleo total, el principal interrogante hacia 2026 es si la recuperación logrará extenderse a estos sectores.
De no hacerlo, advierten los analistas, la brecha sectorial se profundizará y el crecimiento seguirá sin traducirse en mejoras en salarios y consumo.
Contraste con las proyecciones oficiales
En el Presupuesto 2026, aprobado el viernes, el Gobierno proyecta que la economía crecerá 5,0% en 2026.
En cuanto a la inflación del próximo año, se estimó una fuerte desaceleración de los precios con una inflación promedio de 10,1% para 2026, reflejo de la caída proyectada desde niveles altos actuales.
En tanto que el Relevamiento de Expectativas del Mercado que hace el Banco Central, el sector privado proyecta una inflación significativamente más alta, cercana a 17,7% para 2026.
En cuanto al al tipo de cambio, para fines de 2026 el Presupuesto estima un dólar oficial alrededor de $1.423 por dólar, con una estabilización relativamente moderada respecto al ritmo observado en mercados cambiarios. Pero las expectativas privadas ubican un el tipo de cambio más alto, reflejando proyecciones de depreciación mayor frente a las estimaciones oficiales (REM por encima de $1.600/$1.665 para diciembre de 2026 en algunos análisis).
En consumo y demanda interna, el Gobierno proyecta un repunte del consumo privado de alrededor del 4,9% para 2026, acompañando la expansión del PBI y con metas de equilibrio fiscal que esperan sostener la recuperación. Por su parte, las expectativas privadas habitualmente incorporan escenarios más conservadores para consumo e inversión, dados los altos costos de financiamiento, la incertidumbre electoral y presiones de costos sobre las empresas — factores que suelen moderar tanto el crecimiento como la demanda interna.
