Desde hoy rige un nuevo dólar-soja: ¿Qué complicaciones podría tener?

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Ya está disponible el nuevo dólar-soja a 230 pesos. Una nueva versión diseñada por el Ministro de Economía, Sergio Massa, con el objetivo de recargar reservas e intentar traer un poco de alivió a la grave situación económica que atraviesa el país.

Ahora bien, esta medida, que se extenderá hasta el 31 de diciembre, podría causar un simbronazo en el dolar paralelo. Es sabido que muchos productores que se acogerán a la iniciativa, posiblemente salgan a comprar moneda norteamericana en el mercado del blue. Esta situación, podría desembocar en una eventual suba del dólar libre.

El mercado se prepara

En las últimas semanas -en medio de voces que presagiaban un nuevo dólar soja- los dólares financieros se despertaron. Los mismos empezaron a subir y a ponerse al día respecto de la inflación acumulada.

De esta forma, el viernes pasado, el blue volvió a superar la barrera de los $320. Una cifra que no se observaba desde mediados de julio. Mientras que el dólar Bolsa (también llamado MEP) cerró a $316,07 y el contado con liquidación (CCL), a $323,17.

La entrada en vigor de la nueva versión del dólar soja –cotización que fue de $200 en el programa original y que ahora será actualizada por inflación hasta los $230– no apaciguaría, sino que podría darle más aire a la escalada de los paralelos por la emisión monetaria asociada y la demanda de los productores al liquidar la cosecha y hacerse de pesos.

“Continuidad alcista del dólar”

Al igual que en la primera versión del programa, la diferencia entre los dólares que el Banco Central compra más caros y los que vende al tipo de cambio oficial, será compensada por el Tesoro mediante una letra colocada en el BCRA.

“En vista del efecto monetario que volvería a tener asociada la nueva versión del dólar soja, sería previsible una continuidad del reacomodamiento alcista reciente en los dólares financieros”, había anticipó el economista Gustavo Ber al diario La Nación.

Además, el profesional agregó que la emisión monetaria, junto al desafío que representa el creciente roll-over de la deuda en pesos por delante, así como el adelantamiento del clima electoral, “inclinan a los inversores hacia una mayor dolarización. Mientras en contraposición van cerrando las apuestas hacia el carry trade de los últimos tiempos”.

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