En Tandil se confirmó el primer caso mundial de resistencia de Brassica rapa a flurocloridona. Se suma a glifosato, ALS y 2,4-D, consolidando un caso de resistencia múltiple.
Las sirenas vuelven a sonar para las pulverizadoras en Argentina porque hay otro problema generado por las malezas resistentes.
Un grupo de especialistas confirmó en Tandil (Buenos Aires) el primer caso a nivel mundial de resistencia a flurocloridona del nabo (Brassica rapa L.), en lo que constituye un nuevo caso de resistencia múltiple para esta maleza.
En 2018, ya se habían confirmado casos de resistencia múltiple del nabo a la acción de glifosato, ALS y 2,4D.
Asimismo, los relevamientos de la Red de Manejo de Plagas (REM) de AAPRESID evidenciaban un franco aumento de su presencia a campo, especialmente en el sudeste y centro de la provincia de Buenos Aires.
En esos lugares, la maleza llegó a estar presente en el 100% de los partidos, y avanzando hacia el centro del país.
Residual
En este escenario, se generalizó el uso de flurocloridona como herbicida residual de presiembra o preemergencia en lotes destinados a trigo, cebada, girasol y, en algunos casos, maíz.
E, incluso, se lo utilizó para tratar escapes dentro de los cultivos invernales en postemergencia.
La flurocloridona es un herbicida residual y selectivo de preemergencia que, paradójicamente, tiene una moderada peligrosidad para desarrollar resistencia, principalmente por ser un modo de acción poco frecuente en comparación con otros grupos.
Ese rasgo la posiciona como una buena herramienta para diversificar el esquema de control y disminuir la presión sobre grupos de herbicidas más problemáticos, como las ALS.
Problemas
Pero ya en la campaña 2021/22 comenzaban a reportarse controles parciales con este herbicida, con nacimientos cada vez más frecuentes.
Esta falencia en el campo se intentó compensar con aumentos de dosis, lo que aumentó también la presión de selección.
Y la amenaza de una nueva resistencia no tardó en hacerse realidad.
Los investigadores Víctor Juan, Lucía Ledesma y Federico Núñez Fré, de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, comprobaron la resistencia múltiple de B. rapa.
Ahora es resistente a cuatro mecanismos de acción: Flurocloridona, glifosato, inhibidores de la ALS y hormonales.
Manejo
Dado el historial de resistencia en la especie y la creciente presión de selección, es fundamental adoptar estrategias de manejo integrado para mitigar la propagación de biotipos resistentes.
En este sentido, se recomienda:
- Alternar y combinar herbicidas con diferentes mecanismos de acción, evitando la aplicación reiterada de una estrategia.
- Rotar cultivos con especies que permitan diferentes herramientas de control.
- Realizar seguimientos periódicos en los lotes para detectar fallas en el control y actuar de manera preventiva.
- Complementar el control químico con prácticas agronómicas como la siembra en fechas estratégicas, aumento de densidad de cultivos y eliminación mecánica cuando sea posible.