La Asociación Argentina de Protección Profesional de Cultivos Extensivos (AAPPCE), a través de su red de Monitoreo Integrado de Plagas (Red MIP), alerta sobre el avance de plagas en cultivos de verano. Destacan el incremento de Spodoptera frugiperda en soja y maíz en varias zonas del país.
A continuación, AAPPCE realiza un repaso de ésta y otras plagas relevantes.
Insectos: Spodoptera frugiperda es la plaga relevante hoy
Mediante el reporte de Red MIP del mes de enero, desde la asociación destacan a Spodoptera frugiperda (conocida como Cogollero en maíz u Oruga militar tardía en soja) como la adversidad más crítica, principalmente en zona núcleo (Norte de Bs.As. y Santa Fe).
La especie ha ganado protagonismo tanto en el cultivo de maíz como en soja, especialmente durante la implantación de soja 2°.
A su vez, se identifica un aumento de la presencia de Rachiplusia nu (Isoca medidora), con foco en Centro de Santa Fe, Norte de CBA y Norte de Bs. As. Por su parte, Helicoverpa gelotopoeon (Oruga bolillera), es considerada una plaga importante para monitorear de cerca mayormente en la zona productiva de la provincia de Bs. As.
Un dato que también destacan es la incipiente aparición de complejos de Chinches, y señalan la necesidad de integrar su monitoreo en los campos de soja.
Malezas: Amaranthus sp. lidera la lista
La maleza Amaranthus sp. (Yuyo colorado) se mantiene como la especie más significativa a lo largo de la campaña primavero-estival. Según indican en el reporte, esta adversidad viene acompañada con gramíneas anuales como Eleusine indica (Pata de gallina) y Echinochloa colonum (Capín), especies decisivas en la gestión y planificación del control de malezas.
Enfermedades: posibles avances luego de las lluvias
En el ámbito de las enfermedades, el reporte que reúne información a lo largo de 12 zonas productivas, resalta la importancia de dirigir la atención a Septoria glycines (Mancha marrón) en el cultivo de soja, especialmente tras las precipitaciones registradas. Por su parte, Puccinia sorghi (Roya del maíz) se mantiene como la enfermedad prioritaria a monitorear en el cultivo de maíz.